El talento es clave para la transformación tecnológica en el sector legal

En un mundo cada vez más digitalizado, rápido y cambiante, el sector legal no puede quedarse atrás. La transformación tecnológica en este ámbito es fundamental para mejorar la eficiencia, reducir costos y ofrecer servicios más adaptados a las demandas actuales. Sin embargo, más allá de la tecnología, el verdadero motor de esta transformación son las personas.

El talento humano, con las competencias adecuadas, es esencial para impulsar cualquier cambio profundo y significativo en las organizaciones legales. La tecnología es solo una herramienta para ayudar a las empresas y a la sociedad a liberar tiempo.

Competencias clave para la transformación en el sector legal

La implementación de tecnología en el ámbito legal va mucho más allá de la adopción de nuevas herramientas, requiere de un equipo con las habilidades y conocimientos necesarios para comprender, aplicar y aprovechar al máximo estas soluciones.

El talento debe combinar habilidades técnicas (como la capacidad para gestionar y entender herramientas de inteligencia artificial, automatización de procesos o sistemas de gestión documental) con una comprensión sólida del entorno legal, además de los conocimientos técnicos de la ley. La tecnología ayudará sin lugar a dudas a igualar el acceso al conocimiento, lo que hará más importante aún las competencias interpersonales del abogado como su capacidad de empatía, su habilidad para negociar o liderazgo 

La figura del abogado tradicional ha evolucionado: hoy se necesitan profesionales con capacidades híbridas, capaces de interpretar datos, entender procesos tecnológicos y, al mismo tiempo, aplicar un juicio legal riguroso.

Sin embargo, algo fundamental que los abogados deben comprender es que no es necesario saber programar para formar parte de esta transformación; lo crucial es saber cómo relacionarse con la tecnología y tener un conocimiento de las herramientas tecnológicas del mercado que te pueden ayudar a ser un abogado más eficiente. Un ejemplo es la importancia de conocer el promting en el uso de la IAGen.

El papel del prompting: comunicación con la tecnología

El prompting, o la capacidad de interactuar de manera efectiva con herramientas tecnológicas mediante el lenguaje, se está convirtiendo en una habilidad esencial para los abogados en esta era de transformación digital. Saber cómo “hablarle” a una herramienta de inteligencia artificial, cómo formular preguntas o solicitudes precisas y obtener respuestas útiles es una competencia clave que permite aprovechar al máximo las tecnologías emergentes sin tener que ser un experto en programación.

Los abogados no necesitan convertirse en desarrolladores, pero sí deben saber cómo aprovechar las capacidades de las tecnologías con las que trabajan. El prompting es un ejemplo claro de esta intersección entre el conocimiento legal y las habilidades tecnológicas y será una herramienta fundamental para aquellos que busquen maximizar el valor de las soluciones tecnológicas en sus procesos. No es necesario que sepan programar, pero sí conocer qué tecnología ayuda a un abogado a ser mejor abogado y eso quiere decir ser más eficiente, más rápido y con más tiempo para dedicarse a interaccionar con sus clientes.

La evolución del abogado: de técnico a un profesional con mentalidad tecnológica

Para que el sector legal logre una transformación profunda es fundamental diseñar carreras profesionales que promuevan la evolución del abogado técnico hacia un abogado con mentalidad tecnológica. Esto implica no solo la adquisición de habilidades tecnológicas, sino también el desarrollo de una nueva forma de pensar. Los abogados deben ser capaces de ver cómo las herramientas tecnológicas pueden integrarse en sus procesos diarios para mejorar la eficiencia, la precisión y el impacto de su trabajo.

Las firmas y los departamentos legales deben ofrecer oportunidades de desarrollo continuo, con trayectorias claras que permitan a los abogados evolucionar en su carrera profesional. Esto puede incluir programas de formación especializados en tecnología jurídica, operaciones legales, acceso a herramientas digitales y el uso de indicadores clave de rendimiento (KPI’s), para medir el progreso de cada profesional en esta evolución o el éxito de los proyectos tecnológicos. 

Al implementar KPI’s específicos, las organizaciones pueden medir de manera efectiva el grado de adopción tecnológica entre sus abogados, evaluando aspectos como la eficiencia en el uso de herramientas legales digitales, la capacidad de automatizar procesos repetitivos o la implementación de soluciones basadas en inteligencia artificial. De esta forma, el desarrollo profesional en el sector legal no solo estará enfocado en las habilidades tradicionales, sino también en la capacidad para adaptarse a un entorno tecnológico cambiante.

La importancia de liberar tiempo para la innovación

Uno de los mayores desafíos en el sector legal es el tiempo. Las asesorías jurídicas y los despachos de abogados suelen estar inmersos en el día a día de las operaciones, lidiando con plazos ajustados, una carga de trabajo constante y la presión de los clientes. Esta dinámica deja poco espacio para innovar.

Sin embargo, para que una transformación tecnológica prospere es esencial que los equipos puedan dedicar tiempo y esfuerzo a explorar nuevas soluciones y formas de trabajo. Innovar no sucede en medio de la rutina diaria; requiere reflexión, experimentación y, a veces, un replanteamiento completo de procesos. Las firmas y departamentos jurídicos que comprenden la importancia de liberar tiempo para la innovación permiten a sus profesionales apartarse temporalmente de sus tareas operativas para concentrarse en desarrollar e implementar mejoras tecnológicas.

El valor de equivocarse y volver a empezar

La innovación tecnológica no es un camino sin obstáculos. En el proceso, los equipos legales inevitablemente se enfrentarán a errores, implementaciones fallidas y desafíos inesperados. Lo importante es no ver estos fallos como un fracaso definitivo, sino como oportunidades de aprendizaje.

Equivocarse y levantarse es una lección valiosa en cualquier transformación. Cada error aporta una nueva perspectiva y con cada intento se avanza un paso más hacia el éxito. Las organizaciones jurídicas que fomentan una cultura en la que el error se acepta como parte del proceso creativo logran equipos más resilientes, capaces de adaptarse y mejorar con cada reto.

Arrastrar al equipo al cambio: las personas, el pilar fundamental

Sin las personas adecuadas, ninguna tecnología puede funcionar. En el sector legal, donde el conocimiento y la experiencia humana son insustituibles, es fundamental que todo el equipo se sume al cambio. El liderazgo debe ser capaz de inspirar a su equipo para que vea el valor de la transformación, tanto en términos de eficiencia operativa como en la mejora de la calidad del trabajo legal.

Para ello es esencial comunicar claramente los beneficios de la transformación tecnológica, mostrando cómo estas herramientas pueden liberar tiempo, reducir la carga administrativa y permitir que los profesionales se enfoquen en el trabajo de más alto valor. Además, debe asegurarse que todo el equipo reciba la formación y el apoyo necesarios para adaptarse a las nuevas herramientas. Un equipo motivado y comprometido es la clave para que cualquier transformación tenga éxito.

El talento humano es el eje central de cualquier proyecto de transformación tecnológica en el sector legal. Contar con personas que posean las competencias adecuadas, ofrecer trayectorias de carrera que apoyen la evolución del abogado tradicional a uno con mentalidad tecnológica, entender la importancia del prompting como habilidad esencial para interactuar con la tecnología, liberar tiempo para la innovación y fomentar una cultura donde equivocarse sea parte del proceso son elementos esenciales para lograr un cambio real. 

Sin la disposición de las personas, la tecnología por sí sola no puede transformar el sector legal. La verdadera innovación ocurre cuando el equipo se compromete con el cambio, aprende de los errores y se adapta continuamente para aprovechar al máximo las herramientas disponibles.

Es importante comprender que los equipos serán multidisciplinares con profesionales expertos en otros conocimientos ajenos al legal, aunque sería aconsejable que los proyectos tecnológicos de ámbito jurídico los lideren los abogados. El Project Management y la capacidad de inspirar son claves para el éxito en la implementación de proyectos que no siempre son fáciles, se retrasan y requieren de una gran resiliencia.

Artículo original publicado en LexLatin