07 mar. 2024
Lidia Zommer
Estás en una reunión profesional en la que mujeres y hombres expresan sus ideas y en medio del debate una mujer propone algo y es ignorada, como si no hubiera hablado. Luego, un hombre dice exactamente lo mismo y no sólo es escuchado, sino que se le celebra reconociendo su brillante aportación.
Como mujer, quizás te reconozcas en esta situación. Es probable que se hayan apropiado de tus ideas en algún momento de esta forma. Hace poco me enteré de que este fenómeno tiene una forma muy gráfica de ser descrito: sordera de género. No se nos oye porque el género nos tapa. No se nos oye porque el género nos ha enseñado a escuchar de diferente modo lo que dice una mujer de lo que dice un hombre. No es mala intención. Son los sesgos inconscientes.
Tampoco se nos ve. Cuando se organiza un evento con la participación de expertos como ponente o un reportaje, los nombres que surgen "naturalmente" son los de los hombres. Hasta ocupar una desproporción absoluta. Se las llama "manferencias" o "mannels": conferencias o paneles formados exclusivamente por hombres.
La visibilidad en el ámbito profesional es un factor crítico para atraer oportunidades de carrera, especialmente en los niveles directivos. Esta visibilidad funciona como un efecto dominó: al poseerla, se atrae mayor atención y prestigio, ya que se ofrece no solo conocimiento sino también prueba de influencia social.
El reto significativo para alcanzar una participación igualitaria en conferencias y medios radica en un sesgo inconsciente: una predisposición arraigada a seleccionar hombres como figuras de autoridad. Este sesgo no surge necesariamente de malas intenciones o animadversión hacia las mujeres, sino de normas de género, es decir, expectativas y roles preestablecidos por la sociedad para cada sexo.
La tendencia automática de optar por hombres como expertos refuerza erróneamente la noción de que las mujeres carecen de autoridad equivalente en sus áreas de especialización, perpetuando así un ciclo de exclusión y desigualdad.
La igualdad real entre mujeres y hombres es un indicador del avance de nuestra sociedad. El equilibrio entre voces masculinas y femeninas en el debate público no es solo una cuestión de justicia; es esencial para enriquecer la conversación y fomentar la innovación. La predominancia de los hombres en estos espacios distorsiona la percepción de liderazgo y limita el espectro de soluciones a problemas complejos.
No solo se trata de equidad; la igualdad entre mujeres y hombres enriquece la economía en varios aspectos clave: incrementa el PIB, mejora la productividad, incrementa la innovación y la creatividad, reduce la pobreza, genera estabilidad y hace más eficientes los mercados laborales.
En el ámbito corporativo, no avanzar hacia la igualdad no solo es un problema ético, sino también una mala estrategia empresarial. Ignorar o marginar al 50% de la población implica perder una cantidad masiva de talento, creatividad e innovación que podrían beneficiar a las compañías y a todo la sociedad.
Un enfoque proactivo en igualdad de oportunidades significa acceder a un pozo más profundo de profesionales, lo cual puede traducirse en equipos más robustos, soluciones más creativas y una mejor adaptabilidad en un mercado siempre en cambio. En el escenario competitivo actual, donde la lucha por el talento es uno de los mayores desafíos, no podemos permitirnos el lujo de desperdiciar el potencial humano disponible.
Sin embargo, la llegada de mujeres a posiciones de alta responsabilidad en las compañías, como consejos de administración y comités de dirección, está trabada por barreras específicas y una de ellas es la dificultad de ganar reconocimiento público como expertas y como líderes. El reconocimiento de la calidad profesional y la competencia de liderazgo de las mujeres es indispensable para acceder a posiciones de poder.
Es hora de romper el ciclo vicioso que excluye a las mujeres de las plataformas de visibilidad importantes porque, si no intervenimos, la elección espontánea nos excluye. Siempre.
Ante la necesidad de implantar políticas activas para acelerar el cambio hacia la igualdad real de oportunidades, en el año 2018, la Oficina del Parlamento Europeo en España lanza la iniciativa #DóndeEstánEllas. Esta iniciativa combate la subrepresentación de las mujeres en los círculos de prestigio público comprometiendo a las entidades firmantes a organizar paneles paritarios en sus conferencias y a llevar registro de la composición para poder medir la evolución.
Las entidades firmantes se comprometen a que siempre que sean invitados a participar o a patrocinar un evento pidan información sobre la participación igualitaria de mujeres y hombres como ponentes. Es un compromiso eficaz y fácil de poner en práctica.
Cinco años después, en EJE&CON, Asociación Española de Ejecutivas y Consejeras, nos dimos cuenta de que el problema está en la mirada, que gravita "naturalmente", impulsada por los sesgos, hacia hombres y no detecta el talento femenino.
Los muchos años de aprendizaje acumulado han normalizado los paneles de corbatas seguidas, una detrás de otra. No cuestionamos el valor del talento del hombre, pero creemos que es injusto relegar al de la mujer y, además, es insuficiente para enfrentar los desafíos de nuestra sociedad actual.
Por ello impulsamos la iniciativa #AquíEstánEllas, con la simple idea de facilitar la identificación de expertas para cada oportunidad de visibilidad profesional relevante. #AquíEstánEllas crea un puente entre quienes quieren contar con una representación amplia de las voces expertas y necesitan ayuda para encontrarlas.
En esta comunidad colaborativa actúan tres tipos de participantes esenciales. En primer lugar, tenemos a los medios de comunicación, periodistas y organizadores de eventos, quienes son responsables de elegir a quiénes les conceden el micrófono. En segundo lugar, están los líderes de opinión, ponentes y conferencistas habituales, que a menudo son los receptores de ese micrófono simbólico. Finalmente, contamos con asociaciones que representan a mujeres expertas dignas de tener un lugar en esos espacios de discusión y visibilidad: las que merecen el micrófono.
Dentro de esta comunidad, cada grupo tiene roles y responsabilidades específicas. Los medios y organizadores de eventos se comprometen a fomentar la paridad de género en sus plataformas y, cuando lo necesiten, a acudir a EJE&CON para que les ayudemos a identificar mujeres expertas en la materia que sea requerida.
Por su parte, los líderes de opinión que están comprometidos con la inclusión, al ser invitados a participar en "manferencias", tomarán la iniciativa de redirigir la atención hacia la necesidad de una representación más equilibrada, recomendando también la consulta a EJE&CON para encontrar expertas cualificadas, si no las conocen.
Las asociaciones, a su vez, se comprometen a desplegar su red para identificar entre sus miembros a las expertas más apropiadas para cada oportunidad relevante de visibilidad.
Los periodistas y organizadores de eventos son los clientes en esta comunidad y somos perfectamente conscientes de las presiones a las que están sometidos, especialmente los exigentes plazos. Por eso hemos diseñado un camino ágil en el que trabajaremos juntos, facilitándoles la labor.
En resumen, la iniciativa #AquíEstánEllas no se presenta como una protesta, sino como una solución tangible al problema de la invisibilidad de las mujeres en espacios de reconocimiento.
Estamos firmemente convencidos de que la igualdad no es un asunto exclusivo de mujeres, sino una responsabilidad de toda la sociedad.
Por eso, en EJE&CON trabajamos por el talento sin prejuicios de género ni de generación. Porque cuando aprovechamos todo el espectro del talento humano no estamos eligiendo la igualdad sobre la excelencia. Estamos eligiendo la igualdad para potenciar la excelencia.
Artículo original publicado en Empresa Global
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