El fin de año es ese momento mágico en el que haces balance, celebras tus logros y te preguntas por qué sigues posponiendo ir al gimnasio. Pero también es la excusa perfecta para planificar cómo llevar tu firma al siguiente nivel.
Mientras descorchas el champán y te comes el último polvorón (sin culpas), guarda estos 10 consejos para empezar el 2025 con fuerza. Te ayudarán a construir relaciones de confianza y convertirlas en recomendaciones que impulsen tu firma de manera constante.
- Crea conexiones reales, no solo contactos: Piensa en esto: ¿qué prefiere tu red, un abogado que publica premios y se autofelicita o uno que entiende sus problemas y publica soluciones? Las relaciones auténticas siempre superan a los “seguidores” superficiales. Deja de hablar tanto de ti y escucha más a los demás. Más relaciones de confianza, menos seguidores superficiales.
- Sé un detective del networking: Tu misión en los eventos no es repartir tarjetas como si fueran confeti en Año Nuevo. En lugar de eso, identifica a profesionales que compartan clientes contigo, pero que no sean tu competencia. Busca eventos donde puedas encontrarlos y, cuando los encuentres, escucha más de lo que hablas. Pregunta hasta entender a qué desafíos se enfrentan. En serio, nadie quiere otro discurso de ascensor.
- Usa las redes sociales como un radar de oportunidades: LinkedIn no es para presumir, es para conectar. Publica contenido útil, da consejos que resuelvan los dolores de tus clientes (legales, no musculares), y conversa. Eso sí, no subas un post de "Estos son mis servicios". Nadie te va a llamar por eso. Regala píldoras legales, es buen karma comercial.
- Optimiza tu sistema de gestión de clientes: ¿Sabes de dónde vienen tus clientes? Si tu respuesta es "de la nada", necesitas un sistema urgente. Usa una lista, una app o hasta un post-it gigante en la pared, pero identifica de dónde salen tus referencias. Así podrás saber qué funciona y qué dejar de hacer (como esa inversión en bolis promocionales).
- Define a tu cliente ideal como si fuera un personaje de película: ¿A quién quieres ayudar? Sé específico. Visualiza a tu cliente ideal como el protagonista de una buena historia: ¿qué problemas tiene? ¿Qué busca? Cuando tengas claro el perfil, será más fácil posicionarte en su radar y que tus conocidos piensen en ti cuando necesiten referir a esas personas. Recuerda: "quien quiere pescar todo, no pesca nada".
- Entrega valor antes de pedirlo: ¿Te gusta que alguien te ayude sin pedir nada a cambio? A los demás también. Aprovecha la reciprocidad: comparte informes útiles, tendencias legales que les afecten o hazles una recomendación de negocio. Si no te devuelven el favor con una recomendación, al menos habrás hecho el bien (y eso también suma puntos de karma).
- Dale protagonismo a tus clientes felices: Un cliente satisfecho es el mejor comercial que puedes tener. Pídeles una reseña, pero no te conformes con un aburrido "excelente servicio". Ayúdales a contar una historia: cómo su negocio cambió o cómo tu ayuda marcó la diferencia. Esas historias valen oro.
- Haz aliados en tus proveedores: Sí, los mismos que te facturan cada mes pueden ser tus mejores aliados. Pregunta a tu gestor, diseñador o cualquier colaborador si conoce a alguien que necesite tus servicios. Pero antes, asegúrate de que saben lo que haces y por qué eres bueno en ello.
- Sistematiza tus agradecimientos No dejes que las recomendaciones que recibes dejen de recibir un agradecimiento. Mantén un sistema (una simple lista en tu cuaderno, un archivo de Excel o un software de gestión de contactos) para enviar notas de agradecimiento, ya sea con una llamada, un correo o incluso un café.
- Convierte el agradecimiento en una experiencia inolvidable No basta con decir "gracias". Haz que tu reconocimiento sea tan memorable que quieran recomendarte una y otra vez. Puede ser una invitación a un evento o simplemente un detalle bien pensado. El aprecio genuino abre muchas puertas. El agradecimiento es una acción que siempre genera buena rentabilidad, en pasta y en buenas relaciones.
Las recomendaciones son como las semillas: si las cultivas con cuidado, pueden convertirse en un bosque de oportunidades.
Usa este fin de año para preparar el terreno y que 2025 sea tu mejor año hasta ahora.
¿Listo para transformar tu estrategia a partir del 1 de enero (sin tropezar con la copa de cava)?