Uno de los aspectos clave ha sido aprender a comunicarme en el ‘idioma del negocio'

30 oct. 2024

Mercedes Carmona

Entrevista de Yolanda Rodriguez

Mercedes Carmona, Becton Dickinson (BD): «Uno de los aspectos clave ha sido aprender a comunicarme en el ‘idioma del negocio'»

Mercedes Carmona Mariscal, directora jurídica para Iberia de Becton Dickinson, conocida popularmente como BD, una de las principales compañías globales de tecnología médica, y figura destacada en la abogacía de empresa, aporta en esta entrevista a Confilegal su experimentada visión sobre la evolución de la asesoría legal en el ámbito corporativo.

La actual copresidenta de la Sección de Abogacía de Empresa del Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) y presidenta del «think tank» legal Inkietos, ha construido una sólida carrera que abarca sectores tan diversos como energía, seguros y telecomunicaciones, donde ha desarrollado competencias clave en liderazgo, transformación, innovación y desarrollo de estrategias.

Con ella conversamos sobre los desafíos de la asesoría jurídica en un entorno multinacional y regulado, y describe cómo la abogacía de empresa ha evolucionado para convertirse en un aliado estratégico para el negocio.

Igualmente, nos comenta la creciente relevancia de áreas como ESG y ciberseguridad, de la importancia de integrar la tecnología y la inteligencia artificial en los procesos legales, y de su compromiso en promover la diversidad y la sostenibilidad en el ámbito corporativo.

¿Qué le atrajo inicialmente de la Abogacía de Empresa y qué considera que ha sido clave para su desarrollo profesional hasta llegar a su puesto actual?

Lo que me atrajo inicialmente de esta empresa fue la posibilidad de trabajar en un entorno internacional y multicultural, algo especialmente motivador en el ámbito de la abogacía corporativa.

Más allá de eso, me seducía también la oportunidad de gestionar asuntos diversos y no limitarme a una especialización rígida en una sola área del derecho. Aquí puedo ser generalista, enfrentándome a distintos retos legales cada día y enriqueciendo mi perspectiva profesional.

Para mí uno de los aspectos clave ha sido aprender a comunicarme en el «idioma del negocio.» Que el negocio no me vea como algo externo a su equipo.

Esto implica no solo dar consejos jurídicos desde una postura externa, sino integrarme en el equipo como un miembro más del negocio. Mi enfoque es siempre alinearme con los objetivos empresariales y ofrecer respuestas que resuenen directamente con las necesidades y estrategias de la empresa.

Cada vez que ofrezco una respuesta al negocio, lo hago con el enfoque totalmente centrado en sus objetivos, desde mi perspectiva de abogada, por supuesto.

¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentas en la gestión legal de una compañía multinacional?

Los mayores desafíos radican principalmente en adaptarse a la creciente regulación y, al mismo tiempo, en simplificar nuestras formas de trabajar en los distintos países.

Es fundamental considerar que no solo lidiamos con normativas europeas, sino también con regulaciones locales específicas. No obstante, siempre buscamos estandarizar al máximo nuestros contratos y procesos para facilitar y agilizar el trabajo en todos los mercados en los que operamos. .

Debe ser complejo, porque teniendo en cuenta que es una compañía que opera en muchos países, debe ser complejo. Si ya la regulación aquí en Europa es impresionante en todo lo demás…

Ese es el tema, esa es la dificultad, sí.

¿Qué estrategias utiliza para alinear las necesidades legales de BD con los objetivos comerciales de la empresa en esta región? En este caso, Iberia.

Mi estrategia principal consiste en mantener una comunicación constante con el negocio para entenderlo a fondo. Esto me permite identificar claramente cuáles son sus puntos dolor y cuáles son sus objetivos, y luego reflejarlos en los procesos legales y en los contratos que vayamos a negociar.

Al final, se trata de eso: de estar plenamente al día de lo que es tu negocio y de comprender lo que realmente importa para ellos.

¿Y es complejo?

Es muy complejo, porque además estamos hablando de tecnología médica. O sea, al final hay muchas veces que estás hablando con ellos y te están hablando de temas tan técnicos que tienes que pasar mucho, mucho tiempo con ellos para entender tu producto, claro.

Al final yo estoy todo el día trabajando con farmacéuticos, biólogos, médicos, y esto no es nada fácil para un abogado porque los productos, los clientes, es todo tan técnico que de verdad tienes que dedicar mucho, mucho tiempo a aprender realmente de lo que están hablando.

La tecnología está transformando la abogacía. Desde su perspectiva, ¿qué herramientas o cambios digitales considera imprescindibles para los abogados? ¿Qué es lo más importante para los abogados de empresas?

Para mí, contar con un gestor integral de vida del contrato es esencial hoy en día. Hemos superado la etapa de los simples gestores documentales y ahora necesitamos herramientas mucho más avanzadas.

Creo que la inteligencia artificial generativa, por lo poco que estoy viendo todavía, y su acceso es limitado en nuestra compañía, tiene un gran potencial. Nos permitirá, por ejemplo, resumir normativas para identificar rápidamente los puntos clave sin tener que invertir tanto tiempo en su revisión.

También podría analizar cláusulas contractuales o buscar información específica dentro de un contrato, como identificar cláusulas de responsabilidad, lo que nos ahorraría mucho trabajo manual.

La inteligencia artificial nos va a brindar un enorme apoyo. Incluso en la redacción de contratos, podría generar un borrador básico que sirva de punto de partida, liberándonos tiempo para enfocarnos en afinar los detalles y aportar un análisis más profundo y estratégico.

A meter “materia gris”. Es ahí donde realmente añadimos valor como profesionales, aplicando nuestra capacidad de reflexión y toma de decisiones. Al final, ese es el verdadero aporte humano.

¿Y cómo han afrontado estos cambios en su rol en BD? ¿Tienen alguna herramienta que estén utilizando?

Contamos con varias herramientas clave. Disponemos de una herramienta de inteligencia artificial para elaborar resúmenes de normativas, lo que nos ayuda a simplificar y agilizar la comprensión de regulaciones complejas.

Además, usamos una herramienta de CLM (gestión del ciclo de vida de los contratos) y otra específica para el Consejo de Administración, que facilita la gestión de actas y reuniones de los distintos consejos de la compañía. Estas tres herramientas son esenciales en nuestra operativa.

¿Cuáles son las principales demandas legales que encuentran en el sector de la tecnología médica?

Nosotros tenemos una red de distribuidores, y gestionar la contratación y negociación con ellos es un proceso complejo. Otro aspecto clave es la licitación pública, especialmente en España, donde el 90% de nuestros clientes son entidades públicas.

Desde la asesoría jurídica ofrecemos un apoyo significativo en este ámbito.

Además, otro pilar importante de nuestro trabajo es garantizar el cumplimiento normativo, que en nuestro caso es muy específico del sector farmacéutico y de los productos sanitarios.

Debe ser terrible, porque si ya el cumplimiento normativo es complejo, en el sector farmacéutico debe ser alucinante.

Por suerte es un sector regulado. Y todas las interacciones con los profesionales de la salud y las organizaciones sanitarias están tremendamente restringidas y se toma ese asunto muy, muy en serio.

¿Los departamentos legales de las empresas tienen algún papel a la hora de promover políticas de diversidad, sostenibilidad e igualdad? ¿Qué iniciativas han implementado para apoyarlas?

En mi rol de asesor jurídico, la primera responsabilidad es analizar la normativa aplicable en todas las áreas relevantes y garantizar que la compañía cumpla con cada uno de esos requisitos. Sin embargo, la función de la asesoría jurídica va más allá de la mera revisión de normas; debido a nuestra visión transversal, somos capaces de supervisar el cumplimiento integral de regulaciones que abarcan diversidad, protocolos contra el acoso y sostenibilidad, aspectos que hoy son esenciales en el entorno corporativo.

La sostenibilidad, en particular, se ha convertido en un pilar fundamental en nuestro sector, y la asesoría jurídica desempeña un papel clave en asegurar que los objetivos sostenibles estén alineados con el marco legal y regulador del sector.

Y cada vez más…

Sí, cada día más. Contamos con políticas específicas y programas concretos para promover el talento sin distinción de género. Además, estamos abordando la gestión del talento intergeneracional, asegurándonos de que el talento senior tenga una presencia relevante y buscando la mejor manera de integrar las distintas generaciones que colaboran en nuestra compañía.

En términos de sostenibilidad, hemos implementado numerosos programas para reducir tanto los residuos como la huella de carbono, aplicándolos tanto en nuestra fábrica como en la parte de oficinas.

Tengo la percepción de que la mayoría de directoras legales de empresas son mujeres, o al menos de las que me he ido encontrando.

Pues no somos tantas. Hay muchos más directores que directoras. Mira, en mi época en el sector energético, yo era la única directora de asesoría jurídica de la patronal petrolera. Por ejemplo, yo estaba en el petróleo y era la única mujer.

En el sector asegurador, en el que también estuve, era de las pocas directoras de asesoría jurídica. Ahora es cierto que cada vez hay más, pero desde luego no estamos ni de lejos en igualdad con los hombres.

Hay muchas mujeres que optan por asesoría jurídica de una compañía porque es más fácil conciliar que en los despachos, pero sigue siendo un camino difícil para la mujer llegar a puestos de alta responsabilidad en las empresas.

La situación está mejorando, sí, pero todavía queda mucho por andar.

En la asesoría jurídica, igual que en los departamentos de recursos humanos, hay más mujeres que en divisiones comerciales o financieras, pero aun así, tampoco te creas que en legal lo tenemos todo hecho.

Desde su posición, ¿cómo vislumbra la evolución de la abogacía de empresa en los próximos cinco o diez años?

Pues yo veo que, el abogado de empresa ha dejado de ser una figura externa al liderazgo y la toma de decisiones estratégicas de negocio.

Ya es un jugador indispensable en esa área, y creo que a largo plazo puede que siga asumiendo mayores responsabilidades.

Ya estamos abarcando áreas como ESG, ciberseguridad y protección de datos, y con el avance de la tecnología surgirán nuevos ámbitos que aún no consideramos, pero que las asesorías jurídicas internas irán asumiendo. En particular, estaremos en un rol de soporte clave para las nuevas áreas de cumplimiento, especialmente en materia regulatoria.

Vamos, que el panorama es trabajar más y más.

Más y mucho mejor. (Risas)

Entrevista original publicada en El ConfiLegal

Mercedes Carmona

Presidenta

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