28 ago. 2024
Lidia Zommer
¿Qué tipo de socio eres? ¿Cómo son tus socios? ¿Qué incentivos os motivan?
Después de más de 20 años sufriendo las dificultades de los socios en la toma de decisiones, estoy convencida de que la mayoría de los problemas radica en la falta de objetivos comunes.
En el artículo «Lions, Wolves, Beavers and Humans», David Maister desglosa cuatro perfiles que explican las diferentes motivaciones que hay detrás de las barreras para avanzar.
La clave está en entender cómo estos perfiles interactúan y qué mezclas son o no viables.
Vamos con las cuatro categorías.
>>Seguro que al leerlas te ubicarás tú y a tus socios en cada una.
Son aquellos que valoran la independencia y prefieren apostar a su capacidad de obtener resultados diariamente.
No invierten mucho en el futuro, sino que prefieren ser remunerados por sus logros inmediatos.
Disfrutan trabajar en equipo para lograr mayores objetivos, pero sin un compromiso a largo plazo.
Si no ven resultados rápidos, buscan otra manada. Es un enfoque de colaboración con expectativas a corto plazo.
Quieren ser independientes, pero con una visión clara hacia el futuro.
Están dispuestos a invertir tiempo y recursos hoy para construir un mejor mañana.
Son aquellos que ven el valor en ser parte de algo más grande, trascendente.
Tienen la paciencia y la ambición para invertir en el futuro colectivo de la organización, a menudo sacrificando beneficios inmediatos por un éxito sostenido y compartido.
David Maister nos invita a reflexionar sobre esto con dos preguntas clave:
1: ¿Preferimos recompensas basadas más en el rendimiento individual o en logros conjuntos?
2. ¿Estamos dispuestos a sacrificar ingresos actuales para que el despacho invierta más en su futuro?
Estas preguntas no solo revelan nuestras preferencias sobre esquemas de distribución de beneficios, sino que también muestran nuestras verdaderas prioridades y valores en el entorno profesional.
No es necesaria la homogeneidad: Algunas de estas diferentes orientaciones pueden coexistir y complementarse dentro de un despacho. Pero no todas son compatibles entre sí.
Ahora mismo, seguramente estás ubicando en estas cajitas a tus compañeros…
La distribución de los líderes del despacho en estas categorías define si es o no posible tener realmente una estrategia de firma.
Si la mayoría de las personas clave no desea construir un futuro común, perdemos el tiempo diseñando planes más allá del corto plazo.
Por esta razón, las discusiones más importantes suelen darse en decisiones que afectan el futuro: inversiones en tecnología, decisiones sobre posicionamiento, expansión a nuevos mercados y desarrollo de áreas de práctica estratégicas.
Identificar, comprender y gestionar la conformación múltiple de estas diferentes categorías es el único modo de establecer incentivos para que todos remen en el mismo sentido.
La clave para una estrategia corporativa exitosa reside en comprender y gestionar eficazmente la diversidad de orientaciones dentro de la firma, para unificar la visión común o para aceptar que lo mejor es no seguir juntos.
Solo cuando la colaboración se alinea con las prioridades de los individuos que forman el grupo, puede convertirse en una fuerza poderosa para el éxito.
Conocer las diferentes preferencias de los miembros del despacho, especialmente los socios, es tan imprescindible como hablar sobre el deseo de tener hijos o no antes de casarse…
Ups… ¿tampoco has hablado sobre eso con tu pareja?
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