09 oct. 2023
Eugenia Navarro
En noviembre del 2022, se anunció por primera vez la creación del Chat GPT, basado en inteligencia artificial generativa, de uso gratuito para cualquier persona que tenga una cuenta de open AI. En marzo del 2023 se lanzó Bard de Google, el bot de Google que tardó en llegar a Europa por la estricta legislación comunitaria en lo referente a la privacidad. Pero no podemos dejar de hablar de Harvey, startup creada en enero de 2022 para el uso Inteligencia artificial generativa específica en el sector legal. Es una herramienta intuitiva que utiliza el lenguaje natural que busca unificar herramientas a través de una interlocución sencilla. El primero en utilizarlo fue Allen & Overy, pero diversas firmas se han lanzado a su utilización como PWC, Cuatrecasas y muchas están realizando pruebas. Mientras que el uso Chat GPT se ha prohibido en algunas firmas, Harvey es una herramienta que promete cambiar la profesión para siempre, porque ha nacido pensada para el sector legal, para ayudar en sus necesidades, estandarizar, automatizar y prestar asesoramiento legal para casos simples y repetitivos.
Harvey, se describe como un "copiloto para abogados" generando un fuerte interés, justamente por su especificidad. En su ronda de financiación cuenta con más de 5 millones de dólares de OPEN AI Start UP Fund y otros inversores como Jeff Dean, responsable de Google AI, y Elad Gil, cofundador de Mixer Labs, entre otros.
En teoría, es un agente de cambio de la profesión, pero también cuenta con algunos inconvenientes o dudas debidos a la privacidad necesaria en todos los documentos que manejan las firmas. La generación de documentos y su anonimización podría ser una solución, pero muchas firmas son reacias a compartir información por tienen miedo a fugas o a errores. Por otra parte, cualquier "alucinación" que se colase, podría tener un impacto brutal en la reputación de cualquier firma, su valor más preciado.
Por eso Harvey, que actualmente está en fase beta, incluye una cláusula de exención de responsabilidad: la herramienta no está pensada para proporcionar asesoramiento jurídico a personas que no sean abogados y debe utilizarse bajo la supervisión de abogados colegiados. Lo cual, tiene todo el sentido, especialmente en esta fase.
En cuanto a la privacidad de los datos, Gabriel Pereyra, cofundador y director ejecutivo de Harvey, afirma que Harvey se adapta en cumplir los requerimientos de los clientes, anonimizando los datos de los usuarios y eliminándolos tras un periodo de tiempo predeterminado. Esto implica que los usuarios pueden borrar los datos en cualquier momento si lo solicitan, por lo que Harvey no "contaminaría cruzando" los datos entre clientes.
Si hacemos un breve resumen sobre donde podría impactar esta tecnología podremos ver los siguientes resultados:
Automatización de tareas repetitivas: La IAG puede automatizar tareas legales rutinarias, como la revisión de contratos, la redacción de documentos legales simples y la investigación legal. Esto permite a los abogados centrarse en tareas más estratégicas y creativas.
Búsqueda y análisis de jurisprudencia: La IAG puede realizar búsquedas rápidas y exhaustivas en bases de datos legales para encontrar jurisprudencia relevante y analizar casos legales. Esto acelera el proceso de investigación legal y mejora la precisión en la identificación de precedentes.
Asesoramiento jurídico rápido: Los abogados pueden utilizar la IAG para obtener respuestas rápidas a preguntas legales específicas o para generar borradores de opiniones legales preliminares. Esto puede ser útil para tomar decisiones informadas de manera más eficiente.
Predicción: Al analizar grandes cantidades de datos judiciales, la IAG puede ayudar a predecir resultados legales probables en función de casos similares anteriores. Esto puede ser útil para la planificación estratégica de casos y litigios.
Redacción de contratos y acuerdos: La IAG puede generar contratos y acuerdos legales personalizados a partir de información proporcionada por los clientes. Esto agiliza el proceso de creación de documentos legales y minimiza errores.
Traducción de documentos legales: La IAG puede facilitar la traducción rápida y precisa de documentos legales a diferentes idiomas, lo que es crucial en casos internacionales o transfronterizo.
Cumplimiento normativo: La IAG puede ayudar a las empresas a mantenerse al día con los cambios en la legislación y los reglamentos mediante la monitorización y el análisis automatizados de las actualizaciones legales.
Mejora en la gestión de datos legales: La IAG puede ayudar en la gestión y organización de grandes volúmenes de datos legales, lo que facilita el acceso rápido a información relevante.
Mejora el entrenamiento y aprendizaje de los abogados jóvenes.
Mejora en la rapidez y precisión de la toma de decisiones del sistema judicial, por tanto un mejor acceso a la justicia (incluyendo un abaratamiento de costes).
Así pues, Harvey es "algo" que va a cambiar la profesión legal como la conocemos hasta ahora. No sé si la elección del nombre de Harvey, tendrá algo que ver con el famoso abogado de la serie Harvey Specter de la serie Suits, pero sin lugar a duda, harían un buen equipo.
Artículo original publicado en Expansión
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