07 feb. 2024
Concepción Campos
Recién acordado (al fin) el texto del Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial, una de las preguntas que deberíamos plantearnos es sobre las posibilidades que ofrece su aplicación práctica en la gestión pública, pues no puede ser que (una vez más), vayamos en el furgón de cola de este tren de innovación y mejora que puede suponer la incorporación de la tecnología más avanzada en la prestación de servicios públicos.
Sobre este tema he tenido la oportunidad de impartir un webinar para Fiasep, en el que analizaba este tema sobre la base de los siguientes ejes:
Y como un ejercicio práctico animando a las personas que participaban le pregunté a Chat GPT, ¿qué ha respondido? Pues la verdad es que cuestiones muy coincidentes con los análisis realizados en el propio webinar y que venía poniendo en la agenda desde hace un tiempo, tal y como podemos ver a continuación al preguntarle ¿cuál es la aplicación práctica de la IA en la gestión pública?
HABLA ChatGPT
La inteligencia artificial (IA) tiene el potencial de transformar significativamente la administración pública al mejorar la eficiencia, la transparencia y la toma de decisiones. Aquí hay algunas aplicaciones prácticas de la inteligencia artificial en la administración pública:
Y para finalizar concluye “La implementación efectiva de estas aplicaciones puede mejorar la eficiencia, reducir costos, aumentar la transparencia y fortalecer la toma de decisiones en la administración pública. Sin embargo, es importante abordar cuestiones éticas, de privacidad y de seguridad para garantizar el uso responsable de la inteligencia artificial en este contexto.” Absolutamente de acuerdo con las inmensas posibilidades que ofrece, de hecho añadiría unas cuantas más, no olvidemos que el uso de esta tecnología (ChatGPT, Copilot y en su momento Gemini), requiere de la supervisión humana.
Por ello resulta importante contar con un marco regulado, en el que la IA sea ética, robusta y confiable, y para ello, contar con una estrategia, con un plan definido y una visión directiva que gestione a las personas, la operativa y las herramientas, resulta básico, tal y como explicamos en “Herramientas para una gobernanza ética de la inteligencia artificial: una visión directiva”. No es que la IA sea el futuro, la IA es el presente (sin olvidar la necesidad de concluir el proceso de transformación digital). Ya es así en muchas instituciones que pueden servir de referencia y guía en la aplicación de RPA, por ejemplo, en ámbitos tan «rocosos», como el contable, y donde podemos destacar el extraordinario trabajo de la Intervención en la Junta de Castilla-La Mancha, y para lo que recomiendo seguir el blog Enredando de Matilde Castellanos, una gran innovadora que ha impulsado otra forma de gestión.
Artículo origina publicado en Masqleyes
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