28 nov. 2023
Tras la sesión plenaria que tuvo lugar este lunes en la sede de la Mutua Madrileña, el Legal Management Forum cerró sus puertas con la celebración de tres itinerarios paralelos en el que reunieron a los pesos pesados de la abogacía de élite para abordar tres de los temas más candentes en el sector jurídico en la actualidad. El desarrollo de estos talleres se celebró a las 17:00 horas en la sede de Santander España, ubicada en la calle de Juan Ignacio Luca de Tena de Madrid.
El primer taller trató las fórmulas y estrategias para optimizar la rentabilidad en los despachos. Esta mesa contó con la ponencia de Eugenia Navarro. Socia de LOIS y miembro de Inkietos y José María De La Jara, abogado, consultor de legal operations e investigador de ciencias conductuales.
La segunda tuvo como tema dominante el impacto de los intangibles en la cuenta de resultados, una cuestión que fue dirigida por José María Palomares, subdirector General de Negocio y Sostenibilidad de Mutualidad, María Ruiz, socia en Mirada 360º, miembro de Inkietos y Lidia Zommer, socia directora de Mirada 360º, miembro de Inkietos.
Y la última mesa del itinerario, ahondó sobre la aplicación práctica de la IA Generativa (ChatGPT) y los casos de uso en el ámbito legal. Un tema tratado por Cristina Retana, directora de Contenidos e Innovación de Aranzadi LA LEY y Patrona de su Fundación, David Hurtado Torán, Innovation Lead at Microsoft y José Medina, chief Technology Officer (CTO) de la Región Sur del Grupo Karnov para Francia, España y Portugal.
El primero de los itinerarios alternativos de la segunda sesión del Legal Management Forum 2023 se dedicó a debatir sobre Fórmulas y estrategias para optimizar la rentabilidad en los despachos, de mano de Eugenia Navarro, socia de LOIS y miembro de Inkietos y José María de la Jara, abogado y consultor de legal operations e investigador de ciencias conductuales.
Con un formato taller, en el que los participantes tuvieron ocasión de exponer sus opiniones y experiencias, la sesión permitió, en primer lugar, a estos expertos, presentar la situación actual del mercado de la abogacía.
Como explicó Eugenia Navarro, los tres puntos esenciales a tener en cuenta por las firmas son, en primer lugar, que su rentabilidad tiene que ir alineada con los objetivos de negocio; en segundo lugar, qué carreras profesionales de los miembros de la firma y la tecnología utilizada deben estar igualmente alineados y, en tercer lugar, identificar con precisión en qué ámbitos se puede competir.
Una de las claves es la importancia de demostrar la eficiencia en un ecosistema dominado por la tecnología en un entorno muy competitivo, en el que se aprecia una commoditización de los servicios legales, con alta presión sobre los honorarios y exigencia de eficiencia.
En estos momentos, en que la facturación por horas solo vale internamente a las firmas, pero no como criterio para los clientes, la gestión es ya una clave de diferenciación. Los clientes están dispuestos a pagar por los singular y complejo, pero no por lo repetitivo y de menos valor añadido.
Y, por extraño que resulte para muchos profesionales, proveer de certeza legal ya no es una oferta relevante para los clientes. Ejercer el Derecho no es lo mismo que prestar servicios jurídicos. El nuevo paradigma es trabajar con riesgos.
Esto resulta particularmente relevante en un momento en el que las asesorías jurídicas internas se plantean nuevos objetivos. El primero, reducir el presupuesto para abogados externos e involucrarse en decisiones estratégicas e implantación de modelos tecnológicos y mejorar la eficiencia de procesos.
Además, las asesorías practican una nueva segmentación a la hora de afrontar sus tareas, de forma que ahora cada tarea puede ir a una firma diferente, según su tipo (compleja, especializado, estandarizable, flexible…), cada una con un pricing diferente.
Y los abogados externos deben poder encajar en ese nuevo modelo aportando valor, eficiencia y predictibilidad de honorarios, con compromiso, es decir, siendo capaces de aportar una respuesta clara al cliente, que valora la especialización técnica por sector, no por área de práctica.
Habrá menos trabajo singular y complejo por el que competir, y eso requiere una fuerte estrategia de marca para ser reconocido.
Por último, destacó Eugenia Navarro, hay que saber renunciar a los clientes que son sistemáticamente poco rentables, pues una de las claves de la rentabilidad de las firmas es poner sentido común a la cartera de clientes de la firma, analizando los datos disponibles.
En este contexto de hiper competencia, la reputación se ha vuelto un concepto vital. "La tarta es la misma de siempre, pero ahora hay muchas más firmas", por lo que "la gestión de la reputación se ha convertido en un asunto capital para los bufetes", remarcó José María Palomares, subdirector General de Negocio y Sostenibilidad de Mutualidad, quien presentó el taller sobre gestión de la reputación de bufetes.
En el acto, y en esta dirección, Lidia Zommer, socia directora de Mirada 360º, miembro de Inkietos, advirtió a los asistentes, donde coincidieron varios responsables de comunicación de grandes bufetes, que la gestión de la reputación "no debe reducirse a un tema de comunicación". "Ya no basta con ser un buen abogado", explicó María Ruiz, socia de Mirada 360º. En un mundo de "eterna desconfianza", cualquier bufete está expuesto a una crisis de imagen. "Las firmas se han dado cuenta que se juegan su reputación", y por eso deben cuidar más nunca quién puede ser embajador de la firma, para bien o para mal: clientes, proveedores, trabajadores y extrabajadores. "Vivimos en un mundo de hiperconectividad. Cualquier desliz nos puede llevar a una crisis seria", advirtió Ruiz.
La tercera mesa itinerante de la jornada trató con mucho detalle las claves para utilizar la inteligencia artificial (IA) generativa. Los ponentes que asistieron al itinerario concordaron que esta herramienta es muy útil para agilizar el trabajo y realizar proyectos con una realidad tan alta que parece que lo hubiese hecho un ser humano. Sin embargo, los asistentes advierten que esta herramienta no es ni mucho menos perfecta y requiere de la participación del ser humano para supervisar el contenido que genera, muchas veces impreciso.
Cristina Retana, directora de Contenidos e Innovación de Aranzadi LA LEY y Patrona de su Fundación, explica que la IA se utiliza en el ámbito legal para generar textos con mucha calidad y con un realismo muy grande. Pero, sin embargo, “la realidad es que estas herramientas no comprenden lo que están produciendo y no tienen ninguna comprensión, y esta falta de comprensión, sobre todo en el sector legal es muy importante”. Y añade que, actualmente, “nos enfrentamos a un sistema que para muchas cosas está bien, pero para veces nos puede dar un contenido que no es real y por eso es vital la supervisión”.
En esta línea, David Hurtado Torán, Innovation Lead de Microsoft, añade que la supervisión de estas tecnologías es muy importante porque la inteligencia artificial generativa es muy imprecisa y poco fiable. Esta tecnología se basa en un sistema de predicción de palabras que maneja el lenguaje con un buen uso del conocimiento general. No obstante, comenta que “es muy mala con los datos específicos porque no es una herramienta de datos, solo hace predicciones con la información que hay en internet con unas fuentes que no tienen por qué ser fiables”, explica.
Para tratar de minimizar lo máximo posible los errores que pueda generar el contenido de la IA, lo más recomendable es especificar lo máximo posible utilizando términos muy precisos (prompt). Según José Medina, Chief Technology Officer (CTO) de la Región Sur del Grupo Karnov para Francia, España y Portugal, cuanta más información se le de al sistema, mejor será la respuesta que genere. “En función de las palabras que apliquemos la IA dará una respuesta de una forma u otra, la forma en la que se construye los prompting influye mucho en la calidad y en el resultado de la respuesta de esta herramienta”, concluye.
Por último, los expertos revelaron una serie de claves y precauciones que los usuarios de estas herramientas tienen que tener en cuenta si desean aplicar esta tecnología en el ámbito legal: Se basa, principalmente, en supervisar el contenido, confirmar las fuentes, aceptar que no comprende lo que estás diciendo, aprender a preguntar y conversar, no subir documentos confidenciales, priorizar los casos de uso y, finalmente, definir las políticas de uso de las máquinas.
Artículo original publicado en Cinco Días
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